Ante la incertidumbre, la posibilidad de desaparición del status quo, cada uno la afronta de distinto modo: miedo y respeto. Y la situación de partida es exactamente la misma: Desconocimiento de lo que puede suceder.
El miedo paraliza, y nos hace cada vez más pequeños, nos encierra más.
Quien habla desde el miedo, intenta siempre que las cosas no cambien o lo hagan lo menos posible, oculta información, espera solo buscar falso consenso, pensará que quien está a su lado, busca también únicamente el beneficio propio. En las reuniones en las que habita el miedo se evita tomar decisiones y se promueve el diluir responsabilidades, esto provoca que se discuta el mismo tema una y otra vez.
Cuando lo que tenemos es respeto (inquietud ante la incertidumbre pero seguridad en uno mismo), buscamos la información que sea más útil, pedimos ayuda y contamos con otras personas que pueden aportar. En reuniones donde predomina el respeto, se comparte la realidad, se confía en el conocimiento de quien participa y se toma una decisión consensuada. Cada uno se hace RESPONSABLE de la parte que le corresponda en la decisión. Se decide, avanza, evalúa y corrige (si es necesario).
No hace falta decir, que esto se refleja tanto en nuestra vida personal como profesional. En el ámbito profesional es donde vemos más habitualmente la necesidad de tomar decisiones en común.
¿Cuántas veces habrás escuchado: “otra reunión en la que se habla de lo mismo y no se decide nada”? o “Había 30 personas en la reunión (repetidas veces este comentario se junta con el anterior) y solo han hablado 3”. Esto sucede por varios motivos:
- No se ha indicado el objetivo de la reunión y se improvisa
- Se tiene objetivo, temas, pero nadie se la ha preparado
- El que nos ocupa: Hay objetivo, decisiones que tomar pero nadie quiere ser el primero en decidir y ser identificado como EL responsable (a veces parece que futuro posible culpable)
Cuando se nos invita a una reunión debe ser porque podamos sumar, aportar.Cuando asumimos un cargo debemos asumir las responsabilidades que el mismo conlleva, entre ellas, la toma de decisiones (con la incertidumbre que exista).
La próxima vez que asistas a una reunión “repetitiva”, aporta tu granito de arena. Responsabilízate dentro de tu propio ámbito de actuación, intenta lograr un avance.