John Holland, famoso psicólogo propuso 6 tipos de intereses vocacionales acordes a la personalidad.
Realista: Son prácticos, persistentes, les gusta entender cómo funcionan las cosas
Investigador: Disponen de capacidad de visualización, imaginar soluciones, buscan conocer aprendiendo
Artista: Creatividad, uso del lenguaje (principalmente escrito)
Social: Disfrutan interactuando con otros, ayudar en la resolución de conflictos…
Emprendedor: Hábiles en la gestión de proyectos, liderazgo para alcanzar objetivos comunes
Convencional: seguimiento de procedimientos, obtención y análisis de datos..
Nuestro perfil se compone de una combinación de tres de los distintos tipos con un peso distinto
Se nos olvida que en algún momento hicimos una prueba, un test (seguro que sí) que indicaba cuál era nuestro perfil.
Un equipo formado por perfiles parecidos, tenderá poco al cambio pero generará confort entre sus miembros (me entienden, saben de lo que hablo, …)
Un equipo plural, facilitará el cambio pero probablemente encuentre incomprensión. ¿Pero, porqué hace esto? Analicemos primero! Probemos y corrijamos! Saber crear los equipos con perfiles “compatibles” es claramente una ventaja. Saber aceptar perfiles distintos al nuestro, una necesidad.
¿Qué perfil necesitas para vender un proyecto aparentemente “imposible”? Y para ponerlo en marcha? ¿Y para solucionar las dificultades que surjan?
Identificar quién nos rodea, importa. Saber motivarlos, importa más.