Hoy me ha llevado casi 2 horas llegar al trabajo. La lluvia, accidentes… Y había salido antes de lo habitual de casa.
Una lección aprendida, que salgas antes o después, importa poco. Lo que tenga que pasar pasará.
Pero hoy, he hecho algo que no había hecho anteriormente. Lo habitual era ponerme nerviosa, enfadarme, pensar en todo lo que no estaba haciendo. Llegaba a trabajar enfadada y me costaba ponerme al día. Pero hoy, he cambiado, he pensado diferente.
He aprovechado ese rato para pensar calmada, hacer una llamada que tenía que hacer y pensar en mí. Ese momento de tranquilidad que necesitamos para nosotros mismos… Y el día ha sido distinto. Intenso, pero distinto. Las malas pulgas que otros traían no me afectaron, no respondí como esperaban a la provocación.
Aprovecha esos pequeños momentos que el día a día nos brinda, para disfrutar de la soledad, de tus pensamientos. Tomátelo con calma y humor. No puedes cambiarlo. Verás que el día no empieza igual.